Por estas fechas
Comeremos las delicias de la lengua
untada en los placeres
de una tarde sin palabras monetarias
salpimentados de música aguardentosa
olvidando los requerimientos penosos
de pelados relamidos y harpías locas
subiendo a la montaña de los sueños
donde caen los ángeles
y los walkman se comunican
sin wifi ni bluetooth
entre las orejas desnudas
y los dedos calientes
en noches de cuarto menguante
con los años pisando
el sabor a sangre fresca
refresca